«Román eligió el momento para acelerar y fue gol»

0
370

-¿Cómo se juega la Copa Libertadores? 

-¿Con qué equipo?

-¿Depende del equipo?

-Hay unos que tienen la obligación de ganar. Un club grande, por ejemplo. No quiere decir que sea más difícil ni más fácil, son distintas obligaciones.

-¿En los que no son grandes cómo se juega?

-Las responsabilidades están permanentemente, pero en los grandes está la gente, los periodistas, la necesidad. Los equipos grandes tienen necesidad. Es algo tácito para los grandes de sudamérica. No podés evadir nada, es competencia permanente. En los otros, hay distintos atenuantes.

No son muchos. Ni entrenadores argentinos que la hayan ganado en los últimos 20 años ni en la historia de Boca. Dentro de esto último, apenas tres técnicos lograron las seis Libertadores. Las primeras dos fueron del Toto Lorenzo (1977 y 1978), las siguientes tres para Carlos Bianchi (2000, 2001 y 2003) y la última, con Miguel Ángel Russo (2007). Y el contador sigue corriendo desde ese día, con la final del 2012 y la semi del 2016 como heridas que no cierran.

En un intento de encontrar la fórmula de la Copa y también para recordar esa última vez, el propio Russo se prendió en la propuesta de Olé, en medio de unos días que se tomó en Millonarios de Bogotá para realizarse unos estudios médicos. «Primero, nací en un club con historia de Copa Libertadores, que me enseñó y me dio vivencias de Bilardo, Pachamé, Manera, Malbernat, y eso después me ayudó muchísimo como entrenador«, dice Miguelito como unas de las claves para poder levantar el trofeo más deseado en este continente.

Miguel y la Copa, en el 2007, tras ganarle la final a Gremio.

Miguel y la Copa, en el 2007, tras ganarle la final a Gremio.

-¿Qué momentos de la Copa son inolvidables?

-Un sabor amargo con la U de Chile, en unas semifinales con River. Y el más importante, con Boca, porque después de tanto luchar me di el gusto de lograr algo soñado.

-¿Pensás que se valora más ahora porque pasaron 11 años?

Cuando llegué a Boca hacía cuatro años que no la ganaba y en ese momento era mucho tiempo. También había elecciones en la ciudad y sumaba presión. Fue un buen grupo de jugadores, que habían perdido un torneo que parecía ganado, con la vuelta de Román, la aparición de Banega, un muy buen nivel Ledesma y Cardozo, con Palacio y Palermo en un nivel muy alto. También el Cata Díaz, Ibarra, Clemente. Mucha gente importante.

-¿Cuál fue el momento más complicado? ¿Tal vez después de la ida con Libertad?

-El empate de Libertad no fue lo más complicado. Lo más complicado fue la primera fase, que la jugamos en la Luna. La Paz, Cuzco y Toluca, un desgaste mayor, largos viajes y todos con altura. Y lo peor fue no haber jugado en la Bombonera, eso es dar mucha ventaja. Obviar la Bombonera y a la gente de Boca es imposible. Es mucha ventaja.

El golazo de Riquelme a Libertad

Copa Libertadores 2007

-¿Riquelme?

-El mejor que tuve, eso lo define todo. Momento especial.

-¿Siempre se dijo que jugó desgarrado la revancha con Libertad?

Con una molestia importante, pero él siempre tuvo la capacidad de entender el juego. Eligió el momento que tenía que acelerar y fue gol. Ese día Boca jugó muy bien. Estuvo sólido, tuvo juego. Lo difícil lo transformó en fácil. Veníamos del 1-1 con el gol de Palermo sobre el final y resolvió de manera simple la revancha. Fuimos de menor a mayor y terminamos en un nivel muy alto en esas finales contra Gremio.

-¿Cuál es la fórmula entonces para jugar la Copa?

-La experiencia del jugador, también del entrenador, el club, sus formas, cosas que se tienen que conjugar en mismo momento planificación, logística, conocer, saber como es la Copa, soportar el desgaste emocional y psicológico. Tienen que conjugarse muchos factores como ocurrió en el 2007.

PARAGUAY (ENVIADO ESPECIAL).

Para la actual edición, Russo estuvo en el sorteo y sacó la bolilla de Boca.

Para la actual edición, Russo estuvo en el sorteo y sacó la bolilla de Boca.