Seguro
que
tienes
por
casa
algún
tupper
viejo,
con
la
tapa
deformada,
rayado
o
incluso
con
grietas
que
lo
hacen
inútil
para
guardar
comida.
Antes
de
tirarlo,
piénsalo
dos
veces:
con
un
poco
de
pintura,
decoupage
y
creatividad,
puedes
transformarlo
en
un
organizador
precioso
para
el
baño,
el
armario
o
tu
escritorio.
Sí,
hablamos
de
esos
recipientes
que
han
pasado
media
vida
en
la
nevera
con
lentejas,
albóndigas
o
sopa
casera.
Aunque
su
ciclo
en
la
cocina
haya
terminado,
aún
pueden
tener
una
segunda
oportunidad.
Reutilizarlos
no
solo
es
práctico,
también
es
una
forma
original
de
aportar
un
toque
decorativo
a
tu
casa
mientras
reduces
residuos.
El
proceso
es
más
fácil
de
lo
que
imaginas.
Solo
necesitas
lijar
bien
la
superficie
del
tupper
para
que
la
pintura
se
adhiera
mejor.
Luego,
con
una
esponja,
aplica
pintura
a
la
tiza
a
pequeños
toques
y
deja
secar.
Esta
pintura
es
ideal
porque
cubre
bien
y
aporta
ese
acabado
mate
tan
de
tendencia.
Si
quieres
que
dure
más,
aplica
una
capa
de
barniz
incoloro.
El
toque
especial
viene
con
el
decoupage,
una
técnica
decorativa
que
consiste
en
pegar
láminas
de
seda
o
papel
decorado
sobre
superficies.
Puedes
elegir
motivos
florales,
botánicos
o
incluso
frases
inspiradoras.
Si
lo
usas
para
el
baño,
opta
por
estampados
relajantes;
si
es
para
el
dormitorio,
algo
más
delicado
y
romántico.
Para
el
interior,
forra
el
fondo
del
tupper
con
un
retal
de
tela
o
lienzo,
pegado
con
silicona
caliente.
Añade
un
cartón
del
mismo
tamaño
para
que
la
base
sea
firme.
Si
te
apetece,
termina
el
borde
superior
con
puntilla
decorativa
o
cuerda
de
yute
para
darle
un
toque
más
rústico
o
elegante,
según
tu
estilo.
¿Y
cómo
usarlo?
Las
opciones
son
infinitas:
para
guardar
maquillaje,
organizar
tus
accesorios,
tener
los
productos
de
skin
care
a
mano
o
incluso
como
caja
para
las
especias
en
la
cocina.
También
puede
servir
como
revistero,
cajón
auxiliar
o
centro
de
mesa
si
eliges
un
diseño
más
neutro.
La
clave
está
en
personalizarlo
al
máximo.
Cambia
los
colores
y
estampados
según
dónde
vayas
a
colocarlo
y
dale
tu
toque
personal.
No
solo
estarás
reutilizando
un
objeto
que
iba
directo
a
la
basura,
sino
creando
una
pieza
funcional
y
decorativa
que
suma
orden
y
estilo
a
cualquier
rincón.
Este
tipo
de
proyectos
DIY
demuestran
que,
con
un
poco
de
imaginación,
hasta
los
objetos
más
cotidianos
pueden
convertirse
en
algo
especial.
Así
que
la
próxima
vez
que
un
tupper
quede
inservible,
no
lo
tires:
¡haz
arte
con
él!
Foto
|
@vicentinadeco_/
Unsplash