‘Crashing’: la serie de Phoebe Waller-Bridge en Netflix carece del ingenio de ‘Fleabag’ pero es una comedia ideal para maratón

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Hace apenas dos años poca gente conocía a Phoebe Waller-Bridge. A fecha de hoy, todo seriéfilo que se precie tiene, como poco, una foto suya en la mesilla de noche. Por ello, no es de extrañar que tras el éxito de ‘Fleabag‘, todos buscásemos más de la actriz, guionista y productora inglesa, uno de los fenómenos del momento.

No ha sido necesario irse muy lejos porque Netflix tiene la serie ‘Crashing‘ a disposición de sus abonados desde hace tiempo, y me atrevería a decir que la mayor parte de su audiencia ha sido «postfleabag». ‘Crashing’ es una serie de seis episodios de apenas media hora de duración cada uno de ellos hecho que la convierte en una perfecta carne de maratón o binge-watching.

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Los protagonistas son property guardians, una figura que no existe en España pero que es muy popular en Reino Unido. Gracias a ella unos inquilinos pagan una renta muy baja en edificios vacíos como hospitales, pubs, centros comerciales… comprometiéndose a mantenerlos en buen estado (aunque muchos no lo están) y con ello se evita el fenómeno okupa.

Una ‘Friends’ inglesa de seis episodios

De esta forma, un grupo de treintañeros se instala en un hospital como property guardians, a saber: el ligón, el gay, la rebelde francesa, la parejita… y Lulu (Phoebe Waller-Bridge), antigua amiga de la infancia del componente masculino de «la parejita». Tras llegar a Londres, ante la falta de trabajo y un sitio donde vivir, decide quedarse con ellos.

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No olvidemos que, aquí también, Waller-Bridge es actriz y guionista y una vez más nos ofrece un variado mosaico, aunque un tanto estereotipado, de esa generación de la que ella se ha convertido en todo un icono: los millenials que venían a comerse el mundo y se han encontrado con una crudísima realidad económica.

Porque en ‘Crashing’ todos ellos trabajan pero sus sueldos no les permiten ni siquiera el alquiler de una casa. De ahí que el variopinto grupo deba convivir o a veces malvivir, desgranándose a lo largo de los capítulos una serie de acontecimientos que transcurren con vivos y rápidos diálogos cargados de humor. También queda espacio para el drama aunque siempre tamizado con una visión satírica e irónica.

Es indudable que Phoebe Waller-Bridge quiere tocar y tratar muchos temas: el trabajo precario, la familia, el sexo, la economía y sobre todo las relaciones personales, pero finalmente pasa de puntillas por todos ellos sin profundizar demasiado, dejando la serie una sensación de cierta superficialidad.

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Quizás el elemento en el que más incide es el sexo. No olvidemos que la guionista ha sido una de las voces que más claro hablan sobre sexo sin ningún tipo de prejuicios o pudor, tocando temas que se han considerado tabú a lo largo de la historia de la televisión (y del cine).

‘Crashing’ no es ‘Fleabag’

El resultado es que, al final, ‘Crashing’ se convierte en una suerte de quién se acuesta con quién, y en saber si Lulu se lía con su amigo de la infancia, siendo todo lo demás un poco accesorio.

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Es indudable que hay momentos donde risas están aseguradas; tampoco falta el humor grueso y escatológico, donde no anda muy fina Waller-Bridge. De igual modo, algunos de los personajes se tornan irritantes, entre ellos el de la propia Lulu, propiciando que la empatía hacia los mismos sea inversamente proporcional a los capítulos de ‘Crashing’ que vamos viendo. Por suerte, como decía, son solo seis.

El principal inconveniente de ‘Crashing’ es llegar a ella después de ‘Fleabag’, y claro las comparaciones son odiosas. Sobre todo cuando el referente es una serie en la que todos los elementos esenciales, véase actores, guión, producción, dirección… se encuentran en un estado de gracia que roza la perfección. En este sentido, es importante destacar el increíble salto cualitativo entre las dos series teniendo en cuenta que la primera temporada de ‘Fleabag’ y ‘Crashing’ son del mismo año.

Así que si estás buscando una serie cómica para la tarde del domingo, sin complicaciones, divertida, ligera y sin pretensiones (sobre todo, si no esperas otra Fleabag), ‘Crashing’ puede colmar tus expectativas. No es una gran serie, no pasará al recuerdo, pero es entretenida y se ve con facilidad.