Llega la hora de comer, pero tienes miedo de lo que vendrá después: quemazón, pesadez de estómago, ardor en la garganta… Estas molestiasa las sufren muchas mujeres en el embarazo, y lo cierto es que son bastante desagradables.
Pero, ¿podemos hacer algo para prevenir la acidez durante el embarazo? Existen ciertos «trucos» que, con suerte (¡y si las hormonas también se ponen de nuestro lado!) nos pueden ayudar a evitar, o al menos a minimizar, las molestias causadas por el ardor de estómago.
¿Qué es la acidez o ardor de estómago?
El ardor, acidez o pirosis es una molestia digestiva que se produce cuando el ácido del estómago pasa al esógafo, provocando una sensación de quemazón en el centro del pecho y la garganta.
Durante el embarazo, las causas pueden ser diversas:
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La hormona progesterona hace que la válvula que separa el esófago del estómago se relaje, permitiendo que los contenidos ácidos del estómago pasen con mayor frecuencia al esófago.
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A medida que avanza el embarazo lo hace también el tamaño del útero, que acaba comprimiendo al estómago y dificultando la digestión. Esta presión que sufre el estómago puede hacer que el contenido del mismo suba hacia el esófago, y nos provoque esa molesta sensación de «tener la comida siempre en la boca».
Por regla general, la acidez de estómago suele presentarse especialmente en el tercer trimestre, aunque hay mujeres que lo experimentan antes, y también algunas que tienen la suerte de no padecerla.
Consejos para prevenir la acidez durante el embarazo
Llevando un estilo de vida saludable durante la gestación e incorporando unos hábitos alimentarios adecuados, podemos prevenir en gran medida esta molestia digestiva, o al menos mitigar bastante sus síntomas.
Además, es importante tener en cuenta los alimentos que debemos evitar (ya que contribuyen a aumentar la acidez de estómago), así como seguir unas rutinas básicas a la hora de comer que nos pueden ser de gran ayuda.
Aquí os dejamos unos consejos para prevenir el ardor durante los meses de embarazo, consejos saludables que ayudarán a reducir las molestias.
- El exceso de comida es un factor importante a la hora de producirse la acidez, por lo tanto has de evitar los «atracones» y las comidas copiosas. Igualmente, ten en cuenta que la embarazada no debe «comer por dos», pues el aumento considerable de peso durante la gestación puede traer consigo otros problemas relacionados.
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Come varias veces a lo largo del día y en cantidades más pequeñas. Esto te ayudará a saciar el hambre y a evitar que llegues con ansia a la comida principal del día.
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Come con tranquilidad y sin prisas, tomándote el tiempo necesario y en un lugar tranquilo. Además, deberás masticar muy bien la comida para facilitar su digestión.
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Evita aquellos alimentos que elevan el nivel de acidez, como los muy grasos, los fritos, los picantes, los alimentos muy especiados, las frutas cítricas… Igualmente, bebidas como el café, refrescos con cafeína o teína, bebidas muy azucaradas y con burbujas también favorecen el ardor.
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Para evitar que se irrite la pared del estómago, conviene evitar comidas muy calientes o muy frías.
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No te tumbes si acabas de comer o cenar, pues la posicion horizontal favorecerá la acidez. Para el descanso de la siesta, intenta dormir algo incorporada, ayudándote de almohadas y cojines. Por la noche, cena dos o tres horas antes de ir a la cama, y siempre platos ligeros.
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Haz ejercicio habitualmente para mantener tu peso ideal y cuidar el nivel de ansiedad, evitando el estrés en el embarazo.
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Utiliza ropa confortable y holgada, que no apriete la barriga.
Remedios para aliviar la acidez
Hay alimentos que pueden convertirse en grandes aliados para reducir la acidez y el ardor de estómago, como aquellos con ph alcalino, tales como frutas y verduras (sobre todo cocidas para favorecer su digestión), cereales y derivados, y legumbres muy bien cocidas.
También puede ayudar tomar una cucharada de aceite de oliva, ya que el aceite actúa en nuestro estómago a modo de película protectora, evitando el efecto de los ácidos gástricos y neutralizando el malestar y la quemazón. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este remedio puede no ser del agrado de muchas embarazadas, especialmente sensibles a ciertos sabores.
Por otro lado, conviene destacar que tradicionalmente la leche se ha usado también para aliviar el ardor de estómago, aunque su uso es discutible según distintos autores, ya que también puede estimular la producción de ácido del estómago.
Respecto a los fármacos, sabemos que hay que evitar tomarlos en la medida de lo posible, y sobre todo no caer en el autodiagnóstico y la autorecomendación. Además, se sabe que algunos antiácidos tomados durante la gestación se han relacionado con la aparición de asma infantil, por lo que es fundamental consultar siempre con tu médico antes de comenzar a tomar cualquier medicamento.
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