Ciro y Los Persas llenaron Vélez con una fiesta persa y la solemnidad de la sinfónica

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Llenar un estadio es un lujo y privilegio de no muchos. La vibra es otra, una cancha y sus tribunas se convierten en el escenario perfecto y de eso bien sabe Andrés Ciro Martínez y su banda. Con una puesta a la altura de su trayectoria y con un presente por demás convocante, 40 mil personas fueron parte de una fiesta persa, con aires sinfónicos pero que no olvida su ADN piojoso. En esta nota, lo que fue el tercer Estadio de Vélez de la banda.

En la noche de este sábado, el barrio porteño de Liniers, precisamente las inmediaciones del Estadio de Vélez, se convirtió nuevamente en una procesión festivalera: remeras con la cara de Ciro, el nombre de la banda y hasta letras de canciones. Grupos de amigos cargando sus típicas banderas (no pueden faltar en este recital), las “tribus” haciendo la previa con el clásico viajero argento y un fernecito o una birra que acompaña los minutos antes de “la cita”.

Es que sí, volver a reencontrarse con el amor de tu banda puede fácilmente compararse a esa cita en la que vas con nervios pero de los que sabés que todo lo que se viene por delante es solo bueno.

Las puertas si bien se abrieron a las 16, la multitud no dejó de llegar durante toda la tarde y la espera de tantas horas tuvo su recompensa. La fiesta Persa vibró y volvió a llenar un estadio de fútbol, el quinto de la carrera solista de Andrés Ciro Martínez, siempre con entradas agotadas.

Manu Martínez (hija de Ciro) y El Plan de la Mariposa se encargaron de telonear la noche y fueron recibidos por las miles de personas que llegaban desde temprano al estadio en este sábado invernal que fue combatido por el calor de una hinchada fiel.

Eran casi las 22 cuando las luces se apagaron para encenderse con esplendor y empezar el show. Con un Ciro lookeado cual aviador y una puesta en escena con pantallas y audiovisuales que recorrieron de punta a punta literal el escenario, apareció la banda con “Barón Rojo” y un paisaje de banderas y pogo que no aflojó en toda la noche.

Luego siguió la primera canción de Los Piojos de la noche: “Hoy es Hoy”, el primer reencuentro con un pasado que por siempre seguirá vigente.

Familias enteras celebraron con una buena dosis de nostalgia el presente de la banda que cada vez suena mejor en vivo, y no lo decimos solo nosotros, sino hasta el propio Ciro en la previa del show junto a Julio Leiva:

Pero sin dudas uno de los momentos explosivos, fue cuando las luces del escenario se apagaron y Ciro bajó a cantar “Tan Solo” mientras saludaba a los fans que desde muy temprano se acomodaron en el vallado. Pero nadie se imaginaba que mientras se cantaba este hitazo se preparaba un sorpresivo set sinfónico en el que sonaron las versiones de “Antes y Después”, “Ando Ganas” y “Verano del 92” (junto a Dani Buira y el grupo La Chilinga en percusión) y a la que definió “la canción más difícil de hacer en este formato.

Estos temas pertenecen al disco “Sueños” (Un Viaje en El Tiempo), integrado por distintas reversiones junto a la Orquesta Sinfónica de Mendoza de temas que marcaron la carrera de Ciro Martínez. Los arreglos orquestales estuvieron a cargo de los mendocinos Joaquín Guevara y Juan Emilio Cucchiarelli y la dirección bajo el maestro Gustavo Fontana, a quien les hizo una mención especial en agradecimiento.

Y es que el lujo de poder tocar junto a una orquesta y fusionar el sonido rockero con aires sinfónicos y sofisticados que imploran grandeza, inevitablemente resultan imponentes.

Antes de despedir a los músicos invitados de la Filarmónica, Ciro anunció en un video (totalmente lookeado como Mozart y con un acting humorístico) que el próximo 21 y 22 de diciembre dará un recital especial junto a una Filarmónica en el mítico Luna Park con 70 músicos en escena. El show, también tendrá su mitad rockero con Los Persas. El año se despide a todo trapo.

Otro de los momentos por más emotivos, fue cuando Ciro anunció que iban a hacer un tema que jamás habían tocado: “Es un Cover de un colega que esperamos verlo pronto en los escenarios y queremos que se ponga bien”.Y así empezó a sonar una de las canciones más hermosas de Viejas Locas: “Aunque a nadie ya le importe”. La euforia del público y las banderas agitaron más que antes al ritmo del grito de Ciro con “Fuerza Pity (Álvarez)”, ante el aplauso del estadio entero en el homenaje.

Y si de clásicos de Los Piojos hablamos, como “Como Alí” y “Pistolas”, esta vez no estuvieron solo en la voz de Andrés, porque las compartió ambas con Alejandro, su hijo de 23 años.

El guiño y la arenga futbolera claro que no faltaron, el ambiente era por demás el más propicio. “Marado” sonó y agitó la previa del Mundial de Qatar que se siente. “Fiesta argentina en Qatar”, se realizará el próximo 27 de noviembre, desde las 17 (hora local), en Doha, Qatar y será un momento de encuentro para todos los fanáticos de la Scaloneta donde habrá claro, un show a cargo de Ciro y los Persas.

Promediando el final, el cierre fue como siempre con el Himno Nacional Argentino en armónica que culminaba un show de tres horas y 33 canciones: “Tenemos que terminar por temas legales. Y tuvimos que empezar a las 22 porque mucha gente entró tarde. Vengan más temprano, así tocamos más y hacemos más temas”, le pidió Ciro al público.

Emocionado en diferentes momentos de la noche, donde le hizo frente al frío y además pidió disculpas por su voz por los cambios de temperatura, Ciro saludó con cariño a todos los presentes a pesar de este inhóspito frío de octubre, coronando una noche en la que el rock, los recuerdos y el presente, un estadio y su mística, y claro el fútbol, sellaron una velada más para el recuerdo de una de las voces más convocantes del rock nacional.