El
navegador
más
usado
del
mundo
lleva
semanas
dando
problemas
a
algunos
usuarios
de
Windows
10
y
Windows
11.
Chrome,
que
domina
con
más
del
60%
la
cuota
de
mercado
global
en
ordenadores,
está
fallando
de
forma
inesperada:
se
cierra
nada
más
abrirlo
y
no
muestra
mensajes
de
error.
Para
quienes
lo
sufren,
es
como
si
directamente
hubiera
dejado
de
existir.
Sin
aviso,
sin
solución.
En
los
foros
oficiales
de
Google,
decenas
de
usuarios
llevan
desde
principios
de
junio
advirtiendo
de
estos
cierres
repentinos.
Las
soluciones
habituales
—reinstalar
Chrome,
reiniciar
el
sistema—
no
funcionan.
El
problema
persiste
y,
hasta
ahora,
no
había
una
explicación
clara.
¿Microsoft
es
el
culpable?
Según
ha
explicado
una
portavoz
del
equipo
de
soporte
de
Chrome,
el
error
ya
está
siendo
investigado.
Y
lo
más
llamativo
es
que
el
fallo
no
parece
tener
su
origen
en
Google,
sino
en
una
función
de
Microsoft
365
para
Windows.

Todo
apunta
a
Microsoft
Family
Safety.
Cuando
esta
función
está
activada,
Chrome
deja
de
funcionar.
No
está
claro
si
se
trata
de
un
cambio
reciente
en
el
navegador
o
de
un
error
en
la
propia
herramienta
de
Microsoft.
Family
Safety
permite
establecer
límites
de
tiempo
frente
a
la
pantalla
y
filtrar
contenido
inapropiado.
Es
una
función
especialmente
útil
para
padres
que
quieren
supervisar
el
uso
del
ordenador
por
parte
de
sus
hijos.
Una
solución
temporal.
Por
ahora,
no
hay
un
parche
oficial.
Según
The
Verge,
Microsoft
no
se
ha
pronunciado
y
Google
tampoco
ha
dado
más
detalles
técnicos.
Sin
embargo,
hay
una
forma
de
recuperar
Chrome:
desactivar
el
filtro
de
sitios
web
inapropiados
dentro
de
Family
Safety.
Eso
sí,
hacerlo
implica
dejar
desactivada
una
de
las
barreras
clave
para
proteger
a
los
menores.