El 15 de enero Kevin Benavides tocó el cielo con las manos: fue el primer latinoamericano en ganar el Rally Dakar en motos. El salteño lo hizo con la marca japonesa Honda, la cual no seguirá representando porque ahora irá sobre una KTM.
La marca austríaca tiene un gran poderío en este siglo en el rally más importante del mundo. Sin embargo, justamente Honda, de la mano del salteño y del estadounidense Ricky Brabec, que ganó en 2020 y fue subcampeón en la última edición, le cortaron la racha de 18 consagraciones seguidas en motos. Ahora se unieron las dos potencias: una gran marca con un mejor piloto.
“Empieza una nueva aventura en mi carrera”, dijo quien, si de algo sabe, es de aventuras. “Soy un piloto que ama los desafíos y nuevos objetivos, por lo cual estoy seguro que elegí el camino correcto para afrontarlos. Me entregaré al 100% como siempre”, agregó Kevin.
El norteño de 32 años tiene a su hermano, Luciano, participando en la misma disciplina que él. Ahora, además, serán parte de la misma marca. Es que el menor de los Benavides corre con Husqvarna, firma que depende de KTM.
El campeón del Dakar ya pone el foco en lo que sigue con su nuevo equipo. “El plan, después de conocer la fábrica, es ir a Dubai y pasar un tiempo con la moto y el equipo. El objetivo de este año es adaptarme a la moto lo antes posible y conocer a toda la gente del equipo para sentirme cómodo y concentrarme en el pilotaje”, afirmó. “De cara al año que viene el objetivo es ganar dos Dakar seguidos”, cerró quien ya maniobró una KTM en pistas de enduro.
Su primera presentación oficial sobre la moto naranja será en el Mundial de Rally de Kazajistán, que será a principio de junio.
