La firma polaca Triggo acaba de desvelar los detalles de su cuadriciclo eléctrico, que además de su pequeño tamaño, su mecánica de cero emisiones y dar espacio a dos ocupantes en su interior, se distingue de otras propuestas porque su eje delantero puede variar su anchura en función de la velocidad.
Este pequeño nacido para entornos urbanos y homologado en la categoría L7e, pues para la báscula en 400 kilos sin contar la batería, comenzará a producirse en serie en 2021, según los planes de Triggo, aunque su versión pre-serie ya está lista y el modelo de producción contará con sus mismos ingredientes.
El objetivo de Triggo es comercializarlo entre el público particular, pero también pone la vista en las empresas carsharing. Así, se suma a otras propuestas similares, como el ya de sobra conocido Renault Twizy, el primero en esta categoría, además de más recientes como la DryCicle, una bicicleta eléctrica con carenado, o el Citroën Ami. Aunque estos dos últimos no requieren el carnet B de conducir y, tanto el de Triggo como el Twizy, sí.
¡Adelante ‘gadgeto eje’!
Lo que más sorprende de este pequeño eléctrico es que es capaz de variar el ancho de su vía delantera según lo requiera la situación: a una velocidad de hasta 25 km/h se mantiene en 86 centímetros, lo que le permite maniobrar con facilidad en atascos o aparcar en huecos en los que cabría una moto.
Pero entre 26 km/h y 90 km/h, que es su velocidad máxima, su eje anterior se alarga hasta los 1,48 metros, a fin de ganar estabilidad a velocidades más elevadas, sobre todo en curva.
Por otro lado, y a diferencia del Twizy, este mínimo urbano hace gala de una cabina completamente cerrada y acristalada y a su habitacúlo se accede por una puerta eléctrica en su lateral. Su distribución, no obstante, es como la del modelo galo: 1+1.
Con una longitud de 2,6 metros, el espacio que ofrece en el interior es bastante correcto, con una distancia de hasta 75 centímetros a la altura de los hombros. Además, pese a su bajo peso, Triggo asegura que puede cargar hasta 750 kilos.
En lo que se refiere a mecánica, se mueve gracias a dos propulsores eléctricos de 10 kW (14 CV), aunque para conseguir la homologación como cuadriciclo su potencia total queda limitada a 15 kW (20 CV).
Ambos toman su energía de una batería de 8 kWh de capacidad, que según Triggo y como recoge la publicación Electrive, le confiere una autonomía máxima de 100 kilómetros. Además es intercambiable, aunque dado que pesa 130 kilos, se entiende que sólo se podrá hacer en taller.
Por último, otras de sus características es que carece de volante, llevando en su lugar un manillar que opera sobre la dirección de las ruedas mediante una tecnología de control digital por cable. Una característica a la que han optado para integrar en un futuro un sistema de conducción autónoma. Respecto al precio, habrá que esperar a que llegue su variante definitiva.
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