Así es como gana dinero Alphabet: el absoluto rey de la publicidad tiene un gran problema con el resto de productos y servicios

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Así es como gana dinero… es una serie de artículos semanales de Xataka en los que analizamos el modelo de negocio de las grandes empresas tecnológicas: qué divisiones les dan beneficios reales y cuáles no, cuáles son los auténticos núcleos de estas compañías que han transformado al mundo. Hoy, una de las mayores exponentes, la empresa que ha cambiado la forma en que usamos y entendemos la red: Alphabet.

I. Así es como gana dinero Amazon: cada vez más nube y un futuro de producciones audiovisuales.

II. Así es como gana dinero Alphabet: publicidad y poco más.

Definición de «Google»

Cuando escuchamos «Google» podemos pensar en el buscador, en el proveedor de nuestro correo electrónico o en el fabricante del sistema operativo más usado del mundo. O en la tercera compañía más valiosa del mundo -a través de su matriz Alphabet-, con más de 850.000 millones de dólares de capitalización bursátil.

Nube, Chromebook, Chromecast, Pixel, Android, Play Store… Negocios de Alphabet que sumados siguen siendo muy pequeños en comparación al publicitario

Alphabet es al fin y al cabo una de las empresas que más han cambiado nuestras pautas de navegación. Su correo con 1 GB de espacio debutó en 2004, cuando todavía teníamos que hacer espacio a los 2 MB de Hotmail. En 2017 cerró el año con 110.800 millones de dólares ingresados. La mayoría, de su servicio de publicidad, Google AdWords. El auténtico núcleo de la compañía.

Esta plataforma nace en los resultados de búsquedas de Google, donde los anunciantes llegan con un sistema de puja por las posiciones más altas, y cruza todos los servicios de la empresa: Gmail, YouTube, Maps, etc. El click realizado en estos resultados se paga a precios que varían en función del producto ofrecido, de la categoría en la que se encuentre. Esos precios pueden variar desde unos pocos centavos hasta varias decenas de dólares, algo reservado a keywords con retornos altos, como productos financieros o seguros.

Junto a AdWords está la plataforma AdSense, que ofrece a cualquier página web insertar módulos de publicidad gestionados por Google cuyos ingresos (por impresión o por click) se reparten entre la empresa y el administrador de la web. Juntas, estas plataformas conforman el entramado publicitario de Alphabet, que a la postre rentabiliza muchos de sus productos gracias a los ingresos que este genera.

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De los 32.512 millones de dólares que ingresó Google en el segundo trimestre de 2018, 28.000 provenían de este negocio publicitario, que ha crecido un 23% respecto al año anterior. La mayor agencia publicitaria del mundo. El resto de ingresos vienen de «otras divisiones» que incluyen la venta de productos como los Chromebooks, las suscripciones a almacenamiento en la nube, la plataforma Google Cloud, los ingresos obtenidos por Android, los Chromecast o la Play Store.

Pasitos hacia la diversificación y apuestas subvencionadas

Waymo Taxi 720x720

La buena noticia para Alphabet, dentro de esta dependencia del negocio publicitario, es que esos más de 4.400 millones de dólares ingresados por otras vías suponen un crecimiento mayor que el de la propia publicidad, un 36,5% de un año para otro. Los ingresos siguen siendo casi monopolizados por una división, pero la tendencia indica una ligeramente mayor diversificación.

Alphabet tiene una división llamada «Otras apuestas». En ella aglutina todos los proyectos experimentales que todavía forman parte de su banco de pruebas: Google Fiber (fibra y telefonía en el hogar), Nest (domótica), Verily (aplicaciones científicas para «mejorar la vida de las personas»), Calico (lucha contra el envejecimiento y sus enfermedades asociadas), etc. Como era de esperar, esta división está en pérdidas, y siempre lo ha estado: estos proyectos no se convierten en empresas propias hasta que la matriz traza un plan de rentabilidad para ellas.

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Esto último es lo que hizo Waymo, la responsable del desarrollo de coches autónomos, a finales de 2016. Poco después comenzó sus pruebas en Phoenix y ya están llegando a su fin para, antes de que termine el año, comenzar a operar como el primer servicio de taxis autónomos del mundo. Alphabet, naturalmente, pretende hacer de él un servicio rentable para la empresa.

Con un inmenso emporio publicitario se sacan adelante proyectos absolutamente innovadores

Una curiosidad habitual dentro de los resultados financieros de Alphabet es el coste de adquisición de tráfico, es decir, gastos como el dinero que paga a fabricantes de smartphones como Apple por poner su buscador como opción predeterminada. Nada menos que 6.400 millones de dólares en el último trimestre. Casi una cuarta parte de lo que ingresa por publicidad. Claro que, aparentemente, le sigue suponiendo un negocio rentable.

Precisamente un negocio, el publicitario, que acaba subvencionando y permitiendo el desarrollo de esas «otras apuestas» que no podrían seguir adelante de no ser por el mayor negocio de clicks de la historia. Y de fondo, Sundar Pichai, su CEO, explicando constantemente que el núcleo de producto de la compañía es el avance en inteligencia artificial. Para publicidad, y para todo lo demás. ¿Podrá el Alphabet de dentro de diez años dejar de depender de los ingresos publicitarios gracias a ella?