El Ministerio de Salud de la Nación confirmó dos casos autóctonos de sarampión en el país.
Se trata de un bebé de cinco meses que reside en la Ciudad de Buenos Aires y una nena de seis meses que proviene de la provincia de Buenos Aires.
Ya en marzo se había anunciado la detección de un caso autóctono, el primero en el país en 18 años.
De acuerdo con el comunicado oficial, los equipos técnicos de los ministerios de Salud porteño, bonaerense y de Nación se reunieron ante la confirmación de los dos casos, que habían sido notificados por los hospitales Gutiérrez y Elizalde.
En ese sentido, el gobierno «instó a los equipos de salud a verificar el estado de vacunación de la población, sensibilizar la vigilancia epidemiológica de enfermedad febril exantemática y responder rápida y adecuadamente frente a la identificación de casos sospechosos».
Los casos
El primer caso hallado es el del menor de 5 meses, que comenzó con la erupción de la piel el 12 de julio. La nena, por su parte, presentó fiebre y exantema un día después.
«Ambos casos presentaron clínica compatible (fiebre, exantema, tos y conjuntivitis), a la fecha con buena evolución. Los dos casos se confirmaron por serología IgM y detección de genoma viral por PCR en orina y muestra respiratoria. Se iniciaron las acciones de control de foco en las áreas correspondientes y se encuentra en desarrollo la investigación para determinar la fuente de infección», agregó el Ministerio.
Qué es y cómo se detecta el sarampión
El sarampión es una enfermedad muy contagiosa y grave causada por un virus. Antes de que la vacuna se introdujera en 1963 y se generalizara su uso, cada 2-3 años se registraban importantes epidemias de sarampión que llegaban a causar cerca de dos millones de muertes al año.
A nivel mundial sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños pequeños, a pesar de que existe una vacuna segura y eficaz. Se calcula que en 2016 murieron 89.780 personas por esta causa, la mayoría de ellas menores de 5 años.
El sarampión es causado por un virus de la familia de los paramixovirus y normalmente se suele transmitir a través del contacto directo y del aire. El virus infecta el tracto respiratorio y se extiende al resto del organismo. Se trata de una enfermedad humana que no afecta a los animales.
La intensificación de las actividades de vacunación ha influido de forma decisiva en la reducción de las muertes por sarampión. Se estima que entre 2000 y 2016 la vacuna contra el sarampión evitó 20,4 millones de muertes. A nivel mundial, las defunciones por sarampión han descendido un 84%, pasando de 550 100 en 20001 a 89 780 en 2016.
- El primer signo del sarampión suele ser la fiebre alta, que comienza unos 10 a 12 días después de la exposición al virus y dura entre 4 y 7 días. En la fase inicial, el paciente puede presentar rinorrea, tos, ojos llorosos y rojos, y pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas.
- Al cabo de varios días aparece un exantema, generalmente en el rostro y la parte superior del cuello, que se extiende en unos 3 días, acabando por afectar a las manos y pies. El exantema dura 5 a 6 días, y luego se desvanece. El intervalo entre la exposición al virus y la aparición del exantema oscila entre 7 y 18 días (media de 14 días).
- La mayoría de las muertes se deben a complicaciones del sarampión, que son más frecuentes en menores de 5 años y adultos de más de 30 años. Las más graves son la ceguera, la encefalitis (infección acompañada de edema cerebral), la diarrea grave (que puede provocar deshidratación), las infecciones del oído y las infecciones respiratorias graves, como la neumonía. Los casos graves son especialmente frecuentes en niños pequeños malnutridos, y sobre todo en los que no reciben aportes suficientes de vitamina A o cuyo sistema inmunitario se encuentra debilitado por el VIH/SIDA u otras enfermedades
Fuente: La Voz del Interior