El debate del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) llegó este jueves al recinto de la Cámara de Diputados, en una maratónica sesión que se prevé que podría extenderse hasta la madrugada. En pleno tratamiento, las proyecciones indican que la mayoría de los legisladores respaldarían la propuesta impulsada por el Poder Ejecutivo, aunque a última hora continúan las negociaciones entre los distintos bloques y la definición de los “indecisos” será clave.
Hasta el momento hay 126 diputados a favor, 110 en contra, 16 indecisos, 1 abstención y 3 ausentes. Aunque no se descarta que haya cambios al filo de la votación. El oficialismo necesita la mayoría simple, no calificada, para aprobarlo. El diputado número 257 es José Ignacio De Mendiguren, de licencia por su cargo como presidente en el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE).
Proyección de la votación: negociaciones hasta último momento
Hasta el momento, según pudo saber TN.com.ar, los tres legisladores que se abstendrían son Héctor Cacho Bárbaro, José Luis Patiño y el radical Alfredo Cornejo. Ya anticiparon que estarán ausentes José Ignacio De Mendiguren (Frente de Todos), Bernardo Herrera (Frente de Todos) y Roxana Reyes, de Juntos por el Cambio.
Más allá de las estimaciones sobre cómo podría resultar la votación, el escenario puede modificarse. De hecho, dos diputadas de Juntos por el Cambio que votaron a favor del proyecto en 2018, Aída Ayala y Sofía Brambilla, esta vez se pronunciarán en contra de la propuesta. Mientras que la primera planteó que es muy alto el rechazo al proyecto en Chaco, la provincia que representa, la otra afirmó que se trata de “un mecanismo de distracción” del Gobierno.
La puja para sumar votos
El presidente de la Cámara baja Sergio Massa no votará excepto que haya empate a la hora de la definición. Se estima que no se pronunciará hasta ese momento para mantener la neutralidad en el debate.
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Cada sector tiene sus especulaciones sobre lo que finalmente podría pasar en el recinto a la hora de la definición. Mientras que los “celestes” esperan que los legisladores del interior prioricen al electorado de su provincia, que en su mayoría rechaza el proyecto, los “verdes” confían en que la propuesta se apruebe porque es impulsada por el propio presidente Alberto Fernández: se trata de una de sus promesas de campaña.
En esa línea, quienes están a favor de la legalización del aborto no pierden de vista un dato a la hora de realizar el “poroteo” de votos: en la masa de indefinidos, hay un número considerable de legisladores del Frente de Todos, sobre los que el oficialismo podría tener mayor influencia. Entre ellos, se encuentran Daniel Brue, la exgobernadora catamarqueña Lucía Corpacci, Ricardo Daives, Nelly Daldovo, Héctor Fernández, Ramiro Gutiérrez, Dante López Rodríguez, Alejandra Obeid y María Graciela Parola.
Massa se reunió este jueves cerca de las 14 con funcionarios del Gobierno para determinar en conjunto los pasos a seguir en torno al debate. Según pudo saber TN.com.ar, una de las definiciones centrales que se tomaron en el encuentro consiste en intentar convencer a los diputados “indefinidos” del Frente de Todos para lograr una victoria con holgura.
La iniciativa
Con algunos cambios, un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados emitió el miércoles dictamen del proyecto de ley de IVE. Obtuvo 77 firmas a favor, mientras el despacho que rechaza la iniciativa consiguió 30. Además, cuatro legisladores se abstuvieron.
El proyecto establece que “las mujeres y otras personas con identidades de género con capacidad de gestar” tienen derecho a practicarse un aborto hasta la semana 14 del proceso gestacional. Tal como se esperaba, se realizaron modificaciones de último momento en el texto enviado por el Poder Ejecutivo.
El principal cambio que se realizó es la incorporación de la objeción de conciencia institucional para profesionales de centros médicos privados. A su vez, el proyecto establece la obligatoriedad de garantizar la derivación de la paciente a una dependencia sanitaria pública.
El escrito aclara que, en caso de que el centro de salud no cuente con profesionales que realicen la práctica, deberá “prever y disponer la derivación a un efector que realice efectivamente la prestación y que sea de similares características al que la persona solicitante consultó”. Además, determina que “las gestiones y costos asociados al traslado de la paciente” quedan a cargo del profesional que lo solicitó.
También especifica que el personal de salud “no podrá negarse a la interrupción voluntaria del embarazo en caso de que la vida o salud de la persona gestante esté en peligro” y establece que el profesional médico no podrá objetar conciencia para negarse a prestar atención posaborto.
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La otra modificación que se introdujo es la obligatoriedad de que las adolescentes de entre 13 y 16 años que soliciten la interrupción del embarazo “tengan un acompañante o referente afectivo”.
En cuanto a este punto, el texto indica: “Las personas mayores de 16 años de edad tienen plena capacidad por sí para prestar su consentimiento”. En tanto, en el caso de las menores de 16 años, “se requerirá su consentimiento informado en los términos del artículo anterior y se procederá conforme lo dispuesto en el artículo 26 del Código Civil y Comercial”.
