No nos llamemos a engaño. Vivimos en una época tecnológica y totalmente visual donde resulta complicado proteger a nuestros hijos de la avalancha de noticias que, dicho sea de paso, son muy poco alentadoras.
Asesinatos, desapariciones, guerras y muertes por Covid ocupan gran parte de esos informativos televisivos o radiofónicos que los adultos solemos consumir casi sin darnos cuenta. Pero ¿qué ocurre con los niños? ¿Debemos protegerles de las tragedias o por el contrario está bien que sepan qué ocurre en el mundo? ¿A partir de qué edad pueden verlas? ¿Cómo podemos ayudarles los padres a entenderlas?
La psicóloga Noelia Sosa González, especialista en psicomotricidad, Atención Temprana y Crianza, responde a estas y otras preguntas.
¿Cuándo? No antes de los siete años
Señala la psicóloga infantil de Psise, que hasta los 7-8 años, los niños aún confunden la fantasía y la realidad, por lo que se pueden identificar con la persona que sale en la tele, el protagonista de la noticia.
De ahí que desaconseje exponer a los más pequeños a las noticias, sobre todo cuando son trágicas. Y añade que, a partir de esa edad, siempre en nuestra compañía porque los contenidos están pensados para adultos y es normal que no los entiendan y los interpreten a su manera.
“Pueden identificarse y pensar que puede pasarles a ellos, incluso en la edad adolescente, si no tiene contexto. Por ejemplo, el caso de un niño desaparecido, que puede crearles miedo a que les ocurra lo mismo”.
No hay que mentirles, pero sí hay que darles la información justa para que la entiendan sin entrar en detalles que no son apropiados a su edad. Noelia recuerda el caso de una niña que desarrolló pesadillas constates tras ver en la tele la noticia de una pequeña que había desaparecido junto a una vía de tren. Así que su madre se refería a ella cada vez que salían: “No te sueltes de mi mano porque puede pasarte lo mismo”. Y su hija terminó desarrollando un miedo exagerado a separarse de su madre.
Añade el caso de otro niño, paciente suyo, que aseguraba odiar su habitación porque era la primera que había al entrar en su casa y tras ver varias noticias de robos, había interpretado que si entraban en su casa al primero que iban a ver era a él. Había realizado una interpretación propia de las noticias y le habían causado un gran malestar.
Por eso, es importante que incluso a partir de los ocho años consuman los informativos junto a un adulto, para que le expliques qué está viendo con un vocabulario acorde a su edad.
¿Qué ver? Evitar imágenes violentas
Insiste la experta en crianza que esta orientación de edad no implica que a los ocho años tengamos que poner a nuestros hijos delante de una televisión a ver las noticias, solo en caso de que muestren interés cuando se están emitiendo. En caso contrario, no hay que obligarle.
Tampoco es apropiado que consuman cualquiera. La psicóloga recomienda evitar las imágenes de tragedias o aquellas otras que provoquen miedo o nerviosismo en los niños.
“Es fácil reconocer cuándo debemos dejar de exponerles a las noticias, ya que cuando han sentido miedo sufren alguna alteración: vuelven a hacerse pis en la cama, sufren de pesadillas o sueño inquieto. Seguramente porque no ha sabido interpretar la imagen de un niño ensangrentado en un atentado y reproduce esa foto en su cabeza, sueña con ella y le afecta”.
Añade que a mayor edad más recursos hay para que lo entiendan, en caso de los adolescentes, pero mejor evitar exponerles a la violencia (como imágenes ensangrentadas en el suelo por una guerra), «incluso en el caso común en que estén jugando a nuestro lado mientras nosotros estamos viendo el informativo».
Si vemos que prestan atención y se están emitiendo esas imágenes, cambiamos de canal. Y si ya las han visto, es interesante trabajar sobre ello, preguntándoles que han entendido y explicándoles lo que realmente es. No se trata de ocultarles la realidad, pero sí de evitarles información que no pueden procesar.
Cómo deben consumirlas: siempre en compañía
Para que no las interpreten mal, hay que comprobar qué han entendido y qué no. Cuando hablamos de una tragedia con ellos, como la avtual pandemia o la muerte del pequeño Gabriel Cruz en Almería, por ejemplo, debemos hacerlo con el lenguaje apropiado. «Está bien que sepan qué es el Covid, que es contagioso y que deben ponerse la mascarilla para protegerse, e incluso por qué no pueden besar a sus abuelos».
No les damos información falsa, pero sí adaptada a su edad. Por ejemplo, evitando hablarles de la muerte en las residencias de ancianos, porque ese es otro tema aparte y no tienen por qué ver las duras imágenes que la ilustran.
“No es necesario que vean imágenes violentas, con el impacto que les puede ocasionar, para explicarles cómo prevenir la violencia y que sepan cómo identificar un caso de acoso escolar, por ejemplo”.
Lo mismo ocurre con el Covid. Se les ha explicado desde el colegio y desde casa y lo entienden, pero no ha sido necesario sentarles delante de la tele para que vean lo saturados que están los hospitales. Sí que estén al tanto de la actualidad, si es importante para su desarrollo, pero siempre acompañados.
“No se trata de mantener a los niños en una burbuja sino en utilizar con ellos un lenguaje adecuado a su edad”.
En resumen, nos quedamos con cinco nociones básicas a la pregunta que formulamos en el título: no debemos exponer a los niños a las noticias antes de los 7-8 años y, a partir de entonces, solo si demuestran interés, acompañándoles para que puedan interpretarlas bien, y evitando que vean imágenes violentas innecesarias.
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