Hace un tiempo vimos una noticia que llamó mucho la atención. Ante la falta de mano de obra en Japón, una gran y reconocida tienda física anunció la contratación de un trabajador que vive en Suecia para el turno de noche para ayudar a la clientela. Quienes sirven luego los productos son unas máquinas. Y también la empresa hablaba de su interés en encontrar empleados en América.
Pues estos días se ha hecho viral una información que ya había visto la luz en 2024 y es que en Nueva York hay restaurantes que, para ahorrar dinero en salarios, tienen a trabajadores desde Filipinas atendiendo a la clientela a través de Zoom. Obviamente, estos trabajadores en remoto cobran muy poco: según las informaciones, 3,75 euros por hora (hay medios que han hablado de 2,5 dólares). El salario mínimo en la ciudad de Nueva York es de 16 dólares por hora.
El servicio se presta a través de una empresa externa de contratación de personal que permite a los restaurantes operar terminales de punto de venta con videollamadas a trabajadores en el extranjero. El modelo de cajero remoto se basa en Zoom.
Al mismo tiempo, como recuerda The Seattle Today, la estructura de la empresa de personal subcontratada permite a los restaurantes evitar relaciones laborales directas con trabajadores extranjeros, lo que en la práctica permite eludir el cumplimiento de la legislación laboral y diversas responsabilidades legales del país que pueden surgir al contratar directamente a empleados internacionales, en un país, además, con unas leyes tan restrictivas contra la inmigración.
Cómo funcionan
Según publicaba Fortune el pasado año, en el sector de la restauración las empresas gastan el 36% de su efectivo en mano de obra. En este caso, son varias cadenas locales de Nueva York que han encontrado una ingeniosa manera de ahorrar: contratar cajeros que realizan videollamadas desde Filipinas y pagarles mucho menos.
En Sansan Chicken, una cadena de pollo frito con locales en East Village (Manhattan) y Long Island City (Queens), los cajeros, a través de una pantalla gigante, saludan a los clientes y responden a sus preguntas sobre el menú o el quiosco de autoservicio y también reciben pedidos de Uber Eats por teléfono para aliviar la carga de trabajo de los pocos empleados presenciales.
La empresa de personal responsable de esta tecnología es Happy Cashier, una compañía con sede en Nueva York y que contaba en abril de 2024 con 1,3 millones de trabajadores filipinos empleados en el sector de la externalización de procesos de negocio. El CEO de la empresa habla de la productividad de los trabajadores como un aspecto del negocio que necesitaba optimizarse.
La motivación para emprender este negocio surgió de la propia experiencia de su creador y CEO en el sector minorista. Tras abrir un restaurante en el centro de Brooklyn en 2015, se vio obligado a cerrarlo durante la pandemia. Según él, en parte debido a la dificultad para contratar personal. Los cajeros de Happy Cashiers hablan un inglés perfecto y su labor es atender las llamadas de UberEats y responder las preguntas de los clientes mientras los empleados que están físicamente en la tienda preparan los pedidos.
La externalización a países más baratos no es nada nuevo
La tendencia de los cajeros subcontratados a distancia es similar a la de otros sectores de servicios, como los centros de atención telefónica, la facturación médica y el soporte técnico.
En Genbeta hemos visto estudios que hablan de que no solo la IA puede hacer peligrar puestos de trabajo, sino la oportunidad que las tecnologías ofrecen para que gente de todo el mundo pueda comunicarse. En un mundo global en el que vivimos, es más fácil que una empresa recurra a mano de obra barata que está ubicada en otro país.
Imagen | Foto de Jinsoo Choi en Unsplash










































