Cómo crear un equipo de alto rendimiento para afrontar la crisis

0
238

Según las previsiones anunciadas por el Banco de España, el PIB sufrirá una caída superior al 9,5% durante este año y la recuperación económica en 2021 será insuficiente para alcanzar el nivel previo a la declaración del estado de alarma.

Una vez iniciado el proceso de desescalada y de reactivación económica, las compañías se preparan para asumir este nuevo reto e innovar en soluciones que provoquen un impacto positivo dentro de sus organizaciones.

Claves para crear un equipo de alto rendimiento

Desde la consultora The Flash co. aportan las claves para crear un equipo de alto rendimiento. Componente esencial con el que deberán contar las empresas para ayudar a mejorar sus resultados frente a la crisis.

Durante este año el éxito de las empresas dependerá de una óptima gestión tanto económica como de talento dentro de las compañías.

En pleno proceso de desescalada las empresas ya preparan nuevos sistemas para gestionar tanto la falta de liquidez, provocada por la crisis sanitaria, como la disponibilidad de capital necesario para poder aguantar el parón total y repentino de la actividad económica.

“En el corto plazo deberá prevalecer el enfoque sobre inversiones y gastos. En el medio plazo, lo harán la reorientación estratégica y la toma de decisiones estructurales sobre el escenario que presenta la nueva normalidad, comenta Eloy Herrero, Presidente de The Flash Co.

La prioridad de una empresa que desee tener buenos resultados, a pesar de la crisis, es plantear un enfoque de trabajo efectivo al nuevo entorno y provocar en el equipo un fuerte compromiso por conseguir el objetivo común.

Llevamos años hablando de digitalización y ahora la necesitamos más que nunca

5 puntos principales para la creación de un equipo de trabajo enfocado y con un sólido nivel de compromiso

  1. Cuestionarse. Si existe un momento para que el empresario vuelva a hacerse las preguntas que se planteó al iniciar su andadura, es este. Las conclusiones extraídas serán la luz del faro, que guiará el proceso, por ello es fundamental contar con datos reales y contrastados antes de responder. ¿Por qué y para qué queremos formar un equipo de alto rendimiento? ¿De qué naturaleza es el reto que queremos solucionar? ¿El equipo tiene una misión concreta y puntual, o se va a convertir en un equipo a largo plazo?

  2. Definir metas y objetivos. Una vez resueltas las cuestiones principales, teniendo claro el propósito y las características de la misión, la siguiente clave es definir los objetivos de resultados a alcanzar durante los próximos meses, así como las tareas necesarias a realizar para su seguimiento y consecución. Aquí, ser realistas y tener capacidad de adaptación a un entorno cambiante garantiza el éxito.

  3. Definición de los roles estratégicos. Es crucial que cada integrante del equipo cuente con los conocimientos y habilidades necesarias para cumplir con las tareas asignadas y pueda completarlas con éxito. La claridad en las responsabilidades de cada miembro marcará la diferencia en los resultados.

  4. Formación en nuevas competencias. No debemos olvidar la importancia de fortalecer a nuestro equipo con nuevas capacitaciones en tecnologías, plataformas y aplicaciones digitales que permitan el trabajo en remoto. Esto resulta prioritario tanto en el diseño de la organización a nivel global, como en el de los equipos de trabajo específicos.

  5. Crear cómplices. Para aumentar el rendimiento y el compromiso del equipo, la clave pasa por la transparencia y por saber comunicar la misión individual que deberá cumplir cada integrante, así como compartir con ellos la importancia que tendrá su labor dentro del objetivo principal de la compañía.

La garantía de poner en marcha un modelo de organización de trabajo que comprenda un escenario ambiguo y de incertidumbre, es que resolverá un comportamiento anticipativo y un liderazgo que busca construir espacios de crecimiento en distintos niveles y grupos.

Esto permitirá mayor frescura, adaptabilidad y eficacia ante el nuevo signo de los tiempos que, por norma general, se prevén mucho más dinámicos y en periodos de tiempo más cortos.