El cuidado de la postura corporal resulta clave cuando buscamos prevenir el desarrollo de un vientre abultado y lucir elegantes así como reducir el riesgo de sufrir dolores frecuentes en espalda, cuello y demás partes del cuerpo. Por eso, revelamos las claves que no puedes olvidar si quieres mejorar tu postura corporal.
Lo primero: moverse más cada día
El sedentarismo que protagoniza a la vida del siglo XXI es el principal enemigo de nuestra postura, pues el ser humano nació para estar en movimiento y no anclado a una silla o sillón por horas.
Así, cuando nos mantenemos inactivos nuestras articulaciones no se movilizan, nuestros músculos no se usan y se debilitan poco a poco y nuestra postura se ve alterada acorde a la actividad que realizamos.
Por ejemplo, si estamos con el móvil un largo tiempo podemos tener la cabeza y el cuello hacia abajo, si estamos en el sillón podemos tener la espalda no erguida o curvada de mala forma y así, variedad de posturas incorrectas.
Un cuerpo que no se mueve es un cuerpo mal cuidado, en el cual sus capacidades básicas se van perdiendo y entre ellas, se afecta negativamente la postura corporal. Por eso, lo primero para cuidar la postura corporal es moverse más cada día.
Incentivar la movilidad articular
Nuestras caderas, rodillas y la articulación del hombro son claves para nuestra postura corporal y con frecuencia se ven inmovilizadas debido a horas que pasamos sentados en una posición constante.
Por eso, comenzar a movernos más será de ayuda para incentivar la movilidad articular, aunque también podemos realizar ejercicios varios enfocados específicamente en esto como nos muestran en Vitónica.
Trabajar músculos que rodean a las mismas o ejecutar movimientos como las planchas supinas en TRX, las flexiones supinas o face pull y encogimientos de hombros son buenas opciones para trabajar articulaciones importantes.
Por supuesto, caminar, trabajar aductores y abductores también son relevantes para ganar movilidad articular en la cadera.
Fortalecer músculos estabilizadores
Los músculos situados en la zona central del cuerpo, también denominados en conjunto core, son estabilizadores y funcionan a modo de faja rodeando nuestro cuerpo y contribuyendo a una mejor postura corporal.
Así, trabajar abdominales, espalda, glúteos, flexores de la cadera y suelo pélvico puede ser de mucha ayuda al momento de buscar un cambio positivo en nuestra posición cada día.
Podemos acudir a ejercicios isométricos como las planchas en todas sus variantes que solicitan en gran medida zona media del cuerpo y por supuesto, no debemos olvidar los glúteos que sirven de sostén a la cadera y a nuestra columna vertebral siendo por ello su desarrollo fundamental al momento de optimizar la postura.
No olvidemos los pies
Los pies parecen ser siempre los grandes olvidados en nuestro cuerpo, pero son el punto de apoyo del mismo, la base si se le puede denominar así.
Por ello, el uso de un calzado adecuado y el trabajo de los músculos del pie mediante ejercicios que involucren la la flexión plantar como puede ser la clásica elevación de talones para los gemelos puede ser de ayuda.
Asimismo, realizar la dorsoflexión del pie para trabajar el tibial anterior, es decir, llevando la parte superior y delantera del pie hacia arriba y la flexión de tobillos son ejercicios de utilidad para ganar movilidad y fortaleza en nuestra base, nuestros pies.
También es recomendable caminar de puntillas o con los talones y evitar siempre el calzado con taco (sobre todo si este es elevado) o muy rígido que reduce la movilidad de los pies y deforma su estructura natural.
Ya sabes, si deseas mejorar tu postura corporal, estas con las claves para lograrlo y disfrutar de todos los beneficios que la misma puede ofrecer a tu salud y estética.
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