Los 11 consejos de quienes no tienen hijos que puedes recibir y cómo responder

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Hace unos días leí en Scary Mommy un texto de un padre que se quejaba de los consejos no solicitados de personas que no tienen hijos y al ver que la mayoría los había oído yo también, pensé en hacer una entrada similar al respecto.

Pienso en cuando no tenía hijos y, la verdad, no se me ocurriría aconsejar a los padres cómo hacerlo con los suyos. Sin embargo, hay gente que sí lo hace y, como adultos fruto de la educación autoritaria que la mayoría recibimos, sus consejos suelen ser la herencia de lo que mamaron en sus casas.

Digamos que es lo que muchos padres estábamos destinados a hacer antes de ser padres y que después, poco a poco, hemos evitado hacer porque no nos sirve o porque no nos sentimos a gusto haciéndolo. Estos son los 11 consejos de quienes no tienen hijos que puedes recibir y así es como puedes responder.

1. «Es mejor que lo dejes en el cochecito, ¿no? Ahí en esa mochila, ¿no le das mucho calor? ¿No le doblas la espalda?»

Respuesta a dar: «Bueno, la verdad es que en el cochecito parece que llora más; no va demasiado a gusto, así que aquí está más tranquilo. Sí hay momentos que pasa un poco más de calor, pero no te creas que va tan mal… la postura es la correcta porque la espalda de los bebés tiene esa forma. Mientras la cabecita quede hacia arriba y no siguiendo la curvatura hacia adelante está bien. Además, los colegios de fisioterapeutas empiezan a recomendar el porteo porque así los niños se desarrollan mejor física y psíquicamente».

Respuesta políticamente incorrecta: «Bueno, si quieres oírlo llorar como un poseso ahora mismo lo dejo. En cinco minutos me dirás que has recordado que tenías muchas cosas que hacer y te irás a tu casa. Así que tú verás».

Los brazos son una necesidad básica del bebé, como comer o dormir

2. «¿Por qué no le das biberón? Así él también puede darle… hasta yo podría darle uno ahora y podrías hacer otras cosas»

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Respuesta a dar: «Sé que dar el pecho es algo que solo yo puedo hacer, pero es algo que me gusta hacer, y es un tiempo en que estamos juntos. Me gusta sentir que es algo que solo el bebé y yo podemos hacer. Además, supongo que sabrás que es la alimentación normal de los bebés».

Respuesta políticamente incorrecta: «Perdona si te he dado la sensación de que ahora mismo lo que más quiero es dejar que tú le des un biberón a mi bebé para irme yo a doblar calcetines. No le doy biberón porque tengo tetas y de ellas sale leche».

3. «¿Por qué no le das el pecho? Ahora dicen que es lo mejor para los niños, ¿no? Que tiene más defensas y eso…»

Respuesta a dar: «Bueno, lo intenté pero no pudo ser. Tuvimos muchos problemas y el bebé apenas ganaba peso… la verdad es que lo pasé muy mal. Pero el pediatra me dijo que era mejor dar biberón porque no podíamos seguir así».

Respuesta políticamente incorrecta: «Oh, vaya. ¿Así que es mejor el pecho? ¡No lo sabía! Para otra vez te pregunto… aunque en realidad no tengo por qué explicarte los motivos por los que no le doy teta. Cuando quiera tu opinión, te lo haré saber».

4. «Pero… ¿para qué les preguntas lo que quieren comer? Les pones lo que hayas hecho y punto»

Respuesta a dar: «Tampoco les pregunto qué quieren en plan pregunta abierta… les doy opciones. Dos o tres opciones, a ver qué les apetece más hoy. Así decidimos entre todos qué comer y luego, como lo han elegido ellos, se lo comen un poco mejor. Puede ser muy duro que cada día, en cada comida, los tenga de morros porque no quieren comer lo que he puesto, así que de este modo estamos todos un poco más contentos».

Respuesta políticamente incorrecta: «¿Qué me dijiste, que odiabas el pescado? Pues aprovechando que hoy venías a comer he hecho pescado».

5. «La coges mucho en brazos, ¿no? ¿No se supone que es malo porque se acostumbran?»

Blogspapas

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Respuesta a dar: «En realidad no es malo, porque los bebés son crías humanas totalmente dependientes. Muchos animales dependientes no toleran la separación y sufren y lloran para que la madre los coja para silenciarlos. Es un mecanismo de supervivencia porque los bebés no saben si nacen en España o en África, en momentos de paz o en momentos de guerra, y por si acaso buscan la compañía casi constante. Así, en brazos, están más tranquilos y pueden desarrollarse adecuadamente. Si la dejo sola llora, se estresa, está todo el día con ansiedad temiendo por cada ruido y cada estímulo desconocido y así no puede dedicarse a aprender».

Respuesta políticamente incorrecta: «¿Te das cuenta de que en las cuatro horas que llevas en mi casa mi hija apenas ha llorado? Pues no es porque he tenido mucha suerte ni porque me ha salido una bebé muy buena, sino porque en todo este rato apenas la hemos soltado. Son los brazos. Los brazos».

6. «A mí me pasaba algo parecido con mi perro, pero conseguí que supiera quién es el que manda»

Respuesta a dar: «Pues me alegro mucho de que tu relación con tu perro sea ahora mejor. La realidad es que no es del todo comparable con la relación entre un padre y un hijo. Los perros son nuestras mascotas y los educamos para que sean obedientes a todas nuestras órdenes. Sin embargo, tener a un niño totalmente obediente puede ser contraproducente, porque podría convertirse en un adulto obediente. La verdad es que no es mi intención educar a futuros adultos obedientes, sino todo lo contrario: adultos con criterio propio y ganas de luchar por un mundo mejor».

Respuesta políticamente incorrecta: «Estupendo, ¿y sobre qué edad crees que podría ponerle un bozal? ¿Le pego con el periódico como hiciste tú para educar a tu perro? ¿Lo pongo a mear en el árbol, a cagar en la calle y a dormir en la terraza?».

7. «¿De verdad duerme con vosotros? ¡Pero si tiene que dormir en su habitación!»

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Respuesta a dar: «Eso es lo que nos han dicho toda la vida, que era algo positivo para ellos. Sin embargo, es un poco como lo de los brazos: los niños necesitan sentirse seguros para tener un sueño tranquilo y reparador. Si se duermen nerviosos, llorando, con ansiedad, porque los adultos nos empeñamos en que duerman solos, podrían descansar poco y mal, y a la larga es negativo… Además, piensa que hay culturas, como la japonesa, en que los niños duermen años con sus padres y no son precisamente menos autónomos que los nuestros, sino todo lo contrario».

Respuesta políticamente incorrecta: «Los niños tienen que dormir. Punto. Que lo hagan en su habitación o en la mía es indiferente, y a ti no te importa lo más mínimo. Si llevándolos a su habitación duermen peor, los pondré en la mía el tiempo que haga falta».

8. «¿Y no es mejor que tenga sus juguetes solo en su habitación y no que haya juguetes también aquí en el comedor? Dicen que así saben cuál es su espacio»

Respuesta a dar: «Depende de lo que busques. Si estamos todos aquí, pues le pongo juguetes aquí y así veo qué está haciendo, él se siente acompañado y juega más que si se lo pongo todo allí, donde no irá a jugar solo».

Respuesta políticamente incorrecta: «Es un niño. El espacio de los niños es el lugar donde están sus padres y, si quiere, su espacio puede ser el resto del piso, así que los juguetes irán allá donde esté él y donde estemos nosotros porque preferimos estar juntos. En tu casa, ¿cuál es tu espacio?».

Por qué no se puede (ni se debe) ignorar el llanto de un bebé

9. «¿No deberías ignorarlo cuando se pone a llorar de esta manera?»

Rabieta

Rabieta

Respuesta a dar: «Tiene una rabieta, un desajuste entre sus expectativas y lo que puede conseguir en realidad. Está descubriendo que no puede tener todo lo que quiere tener, y no lo lleva bien. Prefiero ofrecerle mis brazos para que se tranquilice y que sepa que estoy con ella aunque no pueda darle todo lo que quiere».

Respuesta políticamente incorrecta: «El próximo día que me llames llorando porque has vuelto a discutir con tu pareja te cuelgo».

10. «¿Cómo puedes estar tan cansado todo el día? Pues dile que se vaya a dormir y listo»

Respuesta a dar: «Pues porque aunque se durmiera ahora mismo, por la noche se despertará una o más veces. Súmale el día a día del trabajo, jugar con él, bañarlo, recoger la casa, comidas, recoger otra vez, baños, lavadoras, recoger otra vez,… Esto no es tan fácil como decir algo y que suceda, me temo».

Respuesta políticamente incorrecta: «¿Si esto fuera tan fácil crees que tendría estas ojeras? ¿De verdad crees que cuando llega la noche no le digo que se vaya a dormir? ¿Y se va? Nooooo… Y si se va, ¿se duerme? Noooo. Mira, prueba, dile que se vaya a dormir, a ver qué pasa».

11. «Uff, qué paciencia tienes explicándole las cosas. Un buen cachete a tiempo y lo tienes solucionado»

Respuesta a dar: «En realidad voy a ser su padre el resto de mi vida, así que como tal creo que tengo la misión de intentar no ir por el camino rápido, sino de hacer las cosas lo mejor posible. Claro que si le pego dejará de hacer al momento lo que estaba haciendo, e incluso quizás no lo vuelva a hacer, pero no quiero enseñarle que las cosas se arreglan haciendo daño al otro, para que él no haga daño a otros cuando crea que debe solucionar algo; y no quiero que evite hacer lo que está mal para que yo no lo pegue, sino que no lo haga porque de verdad cree que no lo tiene que hacer. Así no solo no lo hará cuando yo esté presente, sino que tampoco lo hará cuando yo no esté presente».

Respuesta políticamente incorrecta: «Si luego mi hijo se enfada contigo y te pega a mí no me digas nada… estará intentando solucionar a tiempo su problema contigo… por cierto, experto, ¿por qué no buscas trabajo como psicólogo infantil? Lo tienes tan claro que no sé cómo no pones tu sabiduría al servicio de los padres».

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