Cenas románticas en la distancia, la bonita forma de acompañar a su mujer embarazada, ingresada desde hace más de un mes

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Estar embarazada y dar a luz en este tiempo de pandemia no es fácil. Los protocolos han cambiado y la crisis sanitaria ha obligado a adoptar medidas estrictas a la hora de acudir al hospital. La mayoría de las mujeres que están viviendo ahora un embarazo coinciden en afirmar que lo que peor llevan es la incertidumbre y la soledad, tanto más cuanto las cosas se complican.

Tal ha sido el caso de Shona Moeller (Chicago, EE.UU), quien comenzó a perder líquido amniótico en la semana 20 de gestación. Era su primer embarazo, y tanto ella como su marido estaban emocionados con la idea de convertirse en padres. Durante tres semanas, la mujer permaneció en reposo domiciliario, pero cuando las contracciones de parto comenzaron en la semana 23, tuvo que ingresar en el hospital.

La crisis del COVID-19 la obligó a ingresar sola, y sola permanece desde hace más de seis semanas. Aunque esa soledad es tan solo una forma de hablar, pues en todo este tiempo su marido se ha encargado de hacerle saber de una forma muy especial, que está con ella en la distancia.

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Una bella historia de amor en medio de la pandemia y la incertidumbre

El 13 de abril, Shona Moeller acudió al hospital a las 23 semanas de gestación, por una rotura prematura de membranas debido a una insuficiencia cervical. El pronóstico era desolador, pues con tan solo cinco meses de embarazo las probabilidades de que el bebé saliera adelante eran realmente bajas.

Sin embargo, la ecografía que le hicieron demostró que todavía quedaba líquido amniótico, así que los médicos decidieron ingresarla para controlar el desarrollo del embarazo y el bienestar del bebé.

Pero Shona tuvo que ingresar sola, pues las fuertes restricciones sanitarias impuestas por la crisis del COVID-19, no permitían el acompañamiento de su marido, Robert Conlin, por lo que la pareja tuvo que despedirse en la puerta del hospital desolada por la situación a la que se enfrentaba.

Y es que si ya de por sí ver peligrar el embarazo y la vida de tu hijo es uno de los baches más duros que puede vivir una pareja, tener que pasar por ese trance en soledad lo es mucho más. Por eso, Robert decidió inventar una forma de acompañar a su mujer en la distancia, haciéndole saber que a pesar de las circunstancias, no estaba sola.

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Inicialmente, la pareja comenzó a hablar a través de Zoom y Face Time, pero llegó un momento en que Robert quiso dar un paso más y sorprender a su esposa con una original cena romántica cada semana.

La primera cena tuvo lugar el 24 de abril. Para ello, Robert encargó comida en el restaurante favorito de la pareja y la hizo llegar a la habitación del hospital. A continuación, llamó por teléfono a Shona y le pidió que mirara por la ventana, y cuando ella lo hizo pudo verle degustando la misma comida en una silla y mesa plegables que había colocado en la acera, y que había decorado con flores y velas.

A partir de aquel momento, las cenas románticas se han convertido en una cita semanal imprescindible para ambos. Mientras cenan juntos en la distancia, comparten sus inquietudes, miedos y esperanzas a través de Face Time, y no paran de hablar de su pequeño Forest; el bebé que esperan con tanta ilusión.

Pero además de las cenas semanales y las reuniones virtuales a través de videollamada, a menudo Robert se sienta en la acerca situada en frente de la ventana de Shona y permanece allí todo el tiempo, acompañando a su mujer quien le observa a través de cristal.

También ha llevado invitados para que Shona los vea, han celebrado juntos acontecimientos especiales y con frecuencia le escribe mensajes en un cartel, diciéndole lo mucho que la ama y lo hermosa que es, aunque también tiene palabras de aliento y amor hacia su bebé.

El bebé sigue desarrollándose en el vientre de su madre

Desde aquel día de abril en el que la pareja se despidió entre lágrimas y un pronóstico incierto, ya han pasado seis semanas. Un tiempo valiosísimo en el que Forest ha seguido creciendo dentro del útero de su madre, alcanzando ya las 29 semanas de gestación y unas probabilidades cada vez más altas de sobrevivir sin secuelas si llega al mundo de manera prematura.

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En este tiempo, Shona ha pasado de un reposo absoluto en la cama, a poder dar pequeños paseos por la habitación e incluso salir al jardín del hospital un ratito al día, si las condiciones climatólogicas lo permiten.

Pero Shona no se olvida de que su marido no está viviendo el embarazo junto a ella, así que cada vez que monitorean a su bebé, la mujer llama por teléfono a Robert para que escuche los latidos del corazón de Forest, o le vea en las ecografías a través de Face Time. Y al igual que hace con ella, también le gusta escribirle carteles y colocarlos en la ventana para que puedas leerlos.

La importancia del cuidado emocional en estos delicados momentos

El personal sanitario del hospital Health Adventist Medical Center Hinsdale, donde Shona permanecer ingresada, está especialmente volcado con la pareja. Y es que Shona no solo recibe cuidados físicos, sino también un importante apoyo emocional por parte de profesionales cuando lo necesita.

Además, las enfermeras han tenido dos preciosos detalles que la pareja no olvidará jamás.

El primero tuvo lugar el Día de la Madre, cuando sorprendieron a Shona con la visita de su esposo. Para ello, se pusieron en contacto con Robert unos días antes y le hicieron un test para comprobar que no tuviera coronavirus, y cuando el resultado fue negativo, le permitieron pasar el día con su mujer.

Otro gran gesto que la pareja no olvidará jamás fue el Baby Shower temático, relacionado con la naturaleza y los bosques (el nombre que llevará su bebé significa «bosque»), que las enfermeras prepararon cuando se enteraron de que Shona había tenido que anular el suyo debido a la pandemia.

Cuando llegue el momento del parto, Robert podrá por fin entrar al hospital para acompañar a su mujer, y aunque ambos desean con todas sus fuerzas volver a estar juntos, esperan que ocurra lo más tarde posible.

En cualquier caso, y temiendo que el parto llegue a producirse de manera prematura, la pareja ha decidido abrir una campaña en GoFundMe en la que piden ayuda para sufragar los gastos médicos que probablemente se avecinen si su bebé nace de manera prematura. Y es que la crisis del COVID-19 ha afectado también de forma negativa al negocio de Robert, por lo que cualquier pequeña aportación será bien recibida.

La historia de Shona y Robert se ha vuelto viral en todo el mundo, y numerosos medios de comunicación se han hecho eco de ella, destacando su amor, fortaleza, coraje y esperanza.

Seguiremos su historia de cerca, y esperamos poder compartiros dentro de un tiempo que todo ha ido bien. Mientras tanto, y tal y como reza su campaña de GoFundMe, «crece, Forest, crece».

Fotos | Facebook Bob Conlin

Vía | Good Morning America, Fox 32

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