Colonia Caroya. A casi dos meses de la desaparición de Nicolás Argüello, no hay datos certeros sobre el paradero de este joven caroyense.
Roque Alberto Argüello, su padre, vive con una inmensa incertidumbre desde el 9 de diciembre, cuando denunció la ausencia del muchacho de 26 años.
Nicolás se fue de su casa a las 7 de la mañana de ese día. Cargó algunas cosas y se dirigió a la Terminal de Ómnibus de Jesús María.
Allí, las cámaras de seguridad lo detectaron a las 7:30. Le mostraron la imagen a Roque y lo reconoció. Esa fue la última vez que se supo algo sobre el joven.
Prometieron que investigarían a las empresas de transporte para saber en qué unidad subió, pero nunca le informaron al padre si detectaron algo.
Pasaron los días y las pistas sobre Nicolás eran nulas. En algún momento se lo buscó en Ascochinga, a sugerencia de la familia, ya que era un lugar que visitaban con frecuencia.
Fue la única vez que la Policía montó un operativo con varios efectivos, tratando de encontrar rastros del joven, aunque sin resultados positivos.
“Estamos igual que antes, igual que cuando empezó”, dice Roque.
Los únicos indicios, aunque infructuosos, fueron cuatro llamados diferentes de personas que aseguraron ver a Nicolás en la vía pública. Dos eran de la ciudad de Córdoba, uno de Santa Fe y el último de Las Grutas, provincia de Río Negro.
“Como Nicolás llevaba barba candado, es fácil confundirlo con cualquier otro que tenga el mismo estilo”, agrega el padre, casi sin expectativas por los datos.
Si viajó a otro lugar, no creen que haya sido con dinero. “Nicolás es mi ayudante, yo soy electricista, y dinero no teníamos porque el año pasado no nos fue bien”, aclara.
¿La Policía lo está buscando?
“Una de las últimas veces que llamé a la Policía y les dije quién era, me preguntaron si era de Colonia Caroya. Si responden así, ni saben del caso, no saben quién es Nicolás Argüello, si está perdido, si existe, si no existe. Uno se siente que está luchando solo. El Comisario es muy amable, pero no sé si lo están buscando”, respondió.
Roque aún mantiene la esperanza que su hijo vuelva y que su decisión de haberse ido haya sido temporal, para estar solo un tiempo.
“Estamos esperándolo; cada día es más difícil”, concluyó.
01-02-2019
