Lo que hace diez años parecía descabellado, hoy es un hecho. El rugby femenino en la Argentina alcanzó una dimensión a la que parecía difícil llegar. Contar con una base de 6048 jugadoras en el país da muestras del trabajo, el desarrollo y las ganas de seguir creciendo. En el nivel de clubes, la rama femenina hace eco e impone respeto. En el de selección, se capacita y se piensa en grande.
Los compromisos y los objetivos a futuro
El seleccionado argentino femenino de rugby tiene este año un nuevo cuerpo técnico, encabezado por Tomás Bongiorno. Bajo su mando se adoptó un nuevo sistema de juego, hay nuevas convocatorias y se incrementó el número de concentraciones para conocer y capacitar a más jugadoras.
El calendario para este año, que hasta el momento está suspendido y sin nuevas fechas, incluía: la clasificación (en abril) para el Circuito Mundial (sede por establecer), dos torneos sudamericanos, el repechaje para los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y el torneo Valentín Martínez, en noviembre. Ese futuro es de mediano y largo plazos. Hacia allá mira el rugby femenino argentino. Y se apoya en un presente prometedor.