La violencia de género complica al equipo de Picat.

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Jesús María. Una persona que trabaja en la Municipalidad ha sido denunciada por violencia de género. Es un hecho intrafamiliar, pero las autoridades locales decidieron apartarla de sus funciones hasta que se aclare su situación personal ante la Justicia.

Cabe aclarar que el denunciado fue quien puso a disposición del intendente Luis Picat esta medida.

“No la rechacé, pero la frené porque necesitábamos información interna de cómo proceder en cada uno de los casos; es algo que para nosotros es totalmente nuevo y nos apoyamos mucho en el área de Género y sus herramientas técnicas a la hora de capacitarnos”, dijo el Intendente.

La responsable del área de Género de la Municipalidad, Anahí Rodríguez, se reunió con funcionarios de Tribunales antes de dar a conocer públicamente el hecho.

En ese encuentro definieron elaborar una agenda anual y trabajar a nivel regional con las otras áreas de Género municipales e instituciones que abordan el tema en la zona.

“Hay un  buen vínculo y hay muchos proyectos a llevar adelante”, dijo Rodríguez.

Nunca antes se había tomado una determinación similar en el ámbito público de la zona, atravesada por la perspectiva de género y en común acuerdo entre los integrantes del Gabinete y el Ejecutivo.

En principio, la licencia otorgada es de un mes.

Simultáneamente, las áreas de Género y Legales trabajarán en conjunto con el Ejecutivo para definir los procedimientos a aplicar en situaciones similares que surjan en el futuro: acoso, maltrato, violencia familiar, violación.

Una de sus metas será elaborar un proyecto que analizará el Concejo Deliberante local.

“Para nosotros, Género es una política de Estado”, sentenció Anahí Rodríguez.

“Desde el comienzo de la gestión fuimos firmes en todo lo referido a Género”, amplió el Intendente.

“Hay un vacío legal; lo debemos normalizar, protocolizar y poner en el Estatuto; y convocar al gremio (de trabajadores municipales) para que estén validadas las acciones que el municipio deberá tomar en los diferentes casos”, añadió.

Es que los nuevos protocolos requerirán modificar el Estatuto del Empleado Municipal.

Existe una ordenanza sancionada por el gobierno anterior, pero nunca fue reglamentada. Hay protocolos en universidades y espacios municipales o provinciales, en base a los cuales avanzar.

“Se deben mejorar todos los procedimientos que refieren a distintos casos”, dijo Picat.

También se abocarán a la redacción e implementación de un proyecto de “masculinidades”, que incluirá talleres internos para que sea un cambio cultural concreto. Los harían con el Centro Integral de Varones de la Provincia porque la Municipalidad no tiene profesionales que aborden el tema.

El secretario de Gobierno, Federico Zárate, aclaró que “la valoración final dependerá de la Justicia y (…) no depende, exclusivamente, del municipio; nosotros podemos armar un protocolo ante determinada situación, pero es la Justicia la que determina si el hecho fue consumado”.

En cuanto a las denuncias ya existentes en el ámbito municipal, la responsable de Género informó que se está analizando “caso por caso”.

En lo que refiere a esta denuncia en particular, sostuvo que “es una situación complicada, pero tenemos la responsabilidad de llevarla adelante como área de Género y como gobierno; y es eso lo que estamos haciendo”.

Además del otorgamiento de la licencia, se pusieron a disposición de la denunciante.

“Vamos a empezar a trabajar en la modificación de una ordenanza existente que hacía foco sobre el resguardo de la mujer en situación de violencia, pero no habilita a ser concreto sobre los hechos en sí cuando una persona que está afectada es de la Municipalidad, como trabajador, y tiene una denuncia; no está especificado cómo abordarlo; si otorgarle una licencia, sancionarlo, despedirlo; tampoco están definidos plazos y quedan sujetos a una decisión política, a una cuestión personal, y es lo que no queremos”, concluyó.

Dato clave.

“La mujer, de un tiempo a esta parte, ha ido cobrando un protagonismo tal 

que también generó un desequilibrio en cuanto a los roles de masculinidad.

Por eso es que no sólo hemos empezado a pensar en el trabajo de lo que son 

las políticas de Género en particular, que atañen a la mujer, sino también 

en lo que tiene que ver con una reconstrucción propia del rol masculino; muchas veces, 

frente a la impotencia, termina en adicciones, violencia o en situaciones complejas. 

Entonces, esta deconstrucción es para todos”.

                                     Marianela Piazzano – Secretaria de Educación de la Municipalidad.