Hace 130 años comenzaba a construirse la Parroquia Ntra. Sra. del Monserrat

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En el año 1887, los colonos se vieron afectados por una epidemia de cólera morbos, que provocó la muerte de varias personas.

En tal situación, el párroco José Bonoris, de origen friulano, instó a realizar una Procesión hasta la casa Histórica de Caroya, dirigiéndose a la Virgen del Monserrat cuya imagen presidía la capilla, para rogar por la salud de las familias.

El sacerdote pidió que sólo permanecieran en casa quienes cuidaban a los enfermos.

La memoria oral afirma que al terminar la misma, tras súplicas y plegarias, la epidemia cesó en forma milagrosa.

En gratitud, los colonos hicieron la promesa que hasta hoy el pueblo renueva año a año el día 2 de febrero, fecha que coincide con la festividad mariana de la Candelaria.

Muy pronto, los colonos sintieron la necesidad de contar con una iglesia de grandes dimensiones y que fuera, por sus características, testimonio de laboriosidad, entrega y un profundo amor a Dios.

La piedra fundamental fue colocada el 5 de agosto de 1888, siendo padrinos don Vicente Agüero y su esposa.

El terreno había sido donado por el señor Antonio Medeotti, pero al establecerse el centro geográfico de la colonia en un terreno propiedad del señor Pressaco, aquel permutó una fracción de terreno de iguales dimensiones por el solar donde se levantó la iglesia.

Muchas vicisitudes se vivieron hasta poder concluir las obras. El 31 de mayo de 1896, el templo fue inaugurado, bendecido y habilitado.

Resultan admirables la decoración y sus murales que, en apretada síntesis, reflejan la historia de los inmigrantes desde su llegada, las primeras construcciones, la epidemia de cólera morbos, etc.

El director de obras y contratista fue Carlos Camiloni. Noé Brócoli y Mario Parietti tuvieron a su cargo la decoración y confección de los más variados moldes y diseños. Fernando Ferraris de Alessandría es el autor de la pintura de los murales.

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