El Concejo Deliberante caroyense no adhirió a la Tolerancia Cero.

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Colonia Caroya. Por unanimidad, aunque con posturas muy variadas, el Concejo Deliberante aprobó este miércoles las modificaciones del Código de Tránsito de la ciudad después de tres meses de debate.

El proceso implicaba un tratamiento normal para actualizar textos y modificar artículos de acuerdo a la realidad del tránsito actual de la ciudad, salvo por un pedido: adherir a la Tolerancia Cero.

El planteo fue hecho por el secretario de Control y Fiscalización de la Municipalidad, Matías Carlos Roldán, en los últimos días de abril.

Colonia Caroya venía aplicando el límite de 0,4 gramos de alcohol por litro de sangre. Quien en un control de alcoholemia superaba esa marca, estaba en infracción.

Roldán quería equiparar el accionar de sus inspectores municipales con el de la Policía Caminera, que desde el año 2014 no permite la circulación en rutas a nadie que tenga un mínimo de graduación alcohólica.

Para el funcionario, los controles de madrugada muestran el gran nivel de consumo de bebidas alcohólicas que hay en la zona: “De 10 conductores con alcohol en sangre, uno solo puede estar por debajo de 0,4. El resto se excede demasiado y hasta han llegado a estar por encima de 1,5”.

De hecho, el domingo pasado, noche del Día del Amigo, hubo 22 automovilistas testeados: la mitad estaba en estado de ebriedad y todos por encima del 0,4.

El último debate.
En Comisión, los concejales no modificaron ese artículo aunque varios no estaban convencidos y querían investigar más sobre el tema.

Finalizado el Código con despacho para ser aprobado en sesión, se debatió por última vez el asunto. Se especulaba con la posibilidad de votar entre “0,4” o “cero alcohol”.

Sin embargo, nadie mocionó la propuesta y el Código se aprobó sin Tolerancia Cero.

En la sesión del miércoles, Amilcar Ñañez (UCR) y Melisa Díaz Heredia (Proyecto Caroya) coincidieron en que se debía unificar la legislación local con la provincial. Pero eran los únicos.

El opositor Sergio Aguirre había dado indicios de sumarse a la postura pero, finalmente, a la noche dio sus argumentos para no modificar el artículo.

Evitar una votación y que nadie quede expuesto primó en el debate. Al final, todos levantaron la mano por la ordenanza que contiene el 0,4 como límite, pese a que el Secretario de Control y Fiscalización pedía lo contrario.

Alejandro Ghisiglieri defendió su postura: “Aprobar la tolerancia cero iba a generar más problemas que soluciones. Con hasta 0,4 se puede conducir sin perder reflejos. Hay estudios internacionales que así lo avalan”.

Además, en los fundamentos se analizó qué efecto podría causar en bodegas y restaurantes que dentro del ejido se exija “cero alcohol al volante”.

En Mendoza, la provincia más vitivinícola del país, la Legislatura también debatió la Tolerancia Cero, pero prefirió dejar el 0,4 y endurecer las multas para los que se exceden.

26-07-2019