Si en poco menos de una semana he hecho dos veces esta receta de bizcocho esponjoso de cacao sin huevo, podéis pensar que es porque nos ha gustado muchísimo. Y eso que la primera vez que lo preparé pensé que lo había quemado, pues quedó de un color negro tan intenso que me hizo dudar.
Es de los bizcochos más esponjosos que he preparado nunca, supongo que por la acción del bicarbonato. Por eso creo que a partir de ahora, cada vez que prepare una masa de bizcocho le añadiré un poco porque queda verdaderamente delicioso. Probadlo y ya me contaréis.
Empezamos poniendo en un bol los ingredientes secos menos el cacao, esto es: la harina, el azúcar, la levadura y el bicarbonato, y mezclamos bien con la batidora de varillas.
En un bol aparte, mezclamos los ingredientes húmedos: la leche, el agua y el aceite de girasol, y los añadimos a la mezcla anterior, batiendo bien. Por último, incorporamos el cacao y volvemos a mezclar.
Vertemos la masa en un molde de cremallera de 22 cm de diámetro, previamente untado con mantequilla y cocemos el bizcocho en el horno precalentado a 200ºC durante unos 35 minutos o hasta que pinchando la masa con un palillo este salga limpio. Dejar enfriar bien antes de desmoldar.
Con qué acompañar el bizcocho esponjoso de cacao sin huevo
Acerté plenamente presentado esta receta de bizcocho esponjoso de cacao sin huevo «desnudo», sin ningún tipo de adorno, así no queda desvirtuado para nada su intenso sabor a cacao. Ni tan solo lo espolvoreé de azúcar, no le hace falta. Es ideal para mojar en café o leche, por eso es recomendable tanto para desayunar como para merendar, y además es apto para alérgicos a la proteína de huevo.
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