‘Temple’: Mark Strong protagoniza un solvente drama de receta médica inofensiva

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Aunque no se prodiga mucho en estrenos propios de su plataforma, Sky España tiene un par de estrenos sabrosones para este inicio de temporada. El primero de ellos llega hoy: ‘Temple‘, un drama de ocho episodios basado en la noruega ‘Valkyrien’ que sigue los entresijos de una clínica clandestina situados en una red de túneles abandonados de la ciudad.

En esta ocasión es bajo los túneles de la estación londinense de Temple, donde Daniel, un cirujano de prestigio interpretado por un acertado Mark Strong, se dedica a atender a aquellos que por cualquier motivo no quieren estar dentro del sistema. Para ello contará con la ayuda de Lee (Daniel Mays), que le proporciona la logística necesaria.

Mark Strong, especialista en villanos

Durante sus ocho episodios (de los cuales hemos podido ver dos), la serie escrita por Mark O’Rowe nos lleva por una historia en el que veremos hasta qué punto llegaría nuestro protagonista por arreglar una gran tragedia personal. Son personajes que se mueven, en este sentido, en unos grises ético: el escapar de la muerte, de la enfermedad terminal, del destino al fin y al cabo, es la meta. Los medios ya están por ver. 

Un drama sobre dilemas éticos

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Hay algo en ‘Temple’ que no termina de hacer clic. Y puede que sea, precisamente, por el hecho de querer desarrollar más a los personajes que a la propia historia. Algo que aseguró el propio Mark Strong, que además de protagonizar es productor ejecutivo, en una reciente entrevista.

Esto se traduce en que el guion prescinde de tropos como el de «personaje que es tan nuevo al mundo que nos introduce la serie como nosotros». Es más, el que podríamos considerar ese personaje, Anna (Carice Van Houten), no llega al tinglado montado por su amigo hasta bien avanzado el primer episodio. Ojo, que no usar este tropo no es malo, simplemente no hay nada que lo sustituya para orientar al espectador.

Y, de hecho, el inicio de la serie es un montaje en paralelo en el que seguimos a Daniel mientras que un joven ladrón es disparado por la policía, situación que le hará llegar a la dichosa clínica. El guion evita contarnos más, darnos una razón de por qué está pasando lo que estamos viendo. Es un comienzo que puede llegar a antojarse confuso al no entender bien qué relación tiene todo.

‘Juego de Tronos’ no está abusando del deus ex machina, pero sí de nuestra suspensión de la incredulidad

Reconozco que ‘Temple’ ha tenido que apelar a mi suspensión de la incredulidad algo más de lo que hubiera deseado. Si bien en el fondo no deja de tener elementos ya vistos (el tipo bueno que es «malo»; el noble propósito detrás del crimen; las dinámicas entre los protagonistas…) uno siente que no todo lo que se ve en este inicio de la serie está justificado debido a cómo se maneja la trama.

‘Temple’ es sorprendentemente ligera

Temple

Temple

Sin embargo, y por raro que resulte, nada de eso importa precisamente porque la escritura y la dirección (de Luke Snellin) en la serie es fluida. El haber optado por no ir a por un tono deprimente y oscuro (más allá de la ambientación en los túneles susodichos) y de no tener personajes sombríos, le da a ‘Temple’ un toque más ligero de lo acostumbrado en este tipo de propuestas.

Y es que, de otro modo, ‘Temple’ hubiese sido una serie muy pesada. Pesada y aburrida. Mark O’Rowe sabe jugar sus cartas pero también es bastante consciente de las limitaciones que tiene el mundo que ha elaborado. Evita así llegar al límite de la pretenciosidad al que muchos otros autores se han lanzado.

En definitiva, podemos afirmar que ‘Temple’ es una serie en cierta medida tan modesta como inteligente, correcta y hasta inofensiva. Esa ligereza lograda por el manejo de los personajes es su mayor virtud, pero también es lo que más pesa a la hora de confrontar el tema con su tratamiento.