Gimnasia se recuperó y venció a Tigre en La Plata

0
342

Gimnasia y Esgrima La Plata (18 puntos) obtuvo esta noche un importante triunfo sobre Tigre (18) por 3-1, en partido adelantado de la fecha 17 de la Superliga de fútbol de Primera División. 

En el Bosque platense, el conjunto local interrumpió una racha de seis encuentros sin sonrisas (un empate, cinco derrotas) con una performance que mostró altibajos. 

En la segunda etapa, Lorenzo Faravelli (9m.), tras una falla del arquero uruguayo Gastón Guruceaga, abrió la cuenta con un remate muy largo. 

Cuando el encuentro estaba igualado y la impresión óptica entregaba al ‘Matador’ de Victoria como mejor perfilado, un cabezazo de Maximiliano Coronel (39m.) le permitió al ‘Lobo’ volver a adelantarse en la pizarra. 

Y cuando Tigre había ‘quemado las naves’ para intentar un nuevo equilibrio en el tanteador, el conjunto del DT Pedro Troglio ensanchó las cifras, con una soberbia definición del peruano Alexi Gómez (42m.), quien metió la pelota en el ángulo, tras una nueva jugada de pelota detenida en la que la defensa visitante hizo agua. 

El empate parcial había sido obra del uruguayo Hugo Silveira (St. 26m.). 
Con este resultado, Gimnasia elevó su coeficiente a 1,189; mientras que Tigre se hunde en la tabla de los promedios con 0,986.

El primer tiempo entregó a dos equipos imprecisos, con dificultades en el traslado. En ese contexto errático, el visitante se paró mejor y pareció sobrellevar con más aire el sofocante clima en el ambiente

En el segundo período, Gimnasia evolucionó con el ingreso del refuerzo Brian Mansilla y se situó en ventaja, con un disparo que quiso ser pase de Faravelli para Matías Gómez. Pero lo cierto es que el tiro encontró la complicidad de una floja respuesta del uruguayo Guruceaga, que tuvo una duda fatal y dejó pasar la pelota a la red, cuando el propio Gómez estaba en posición de conectar. 

Tigre se sintió tocado. Y el DT Mariano Echeverría movió el banco rápido, con las entradas de Diego Morales y el uruguayo Silveira. Y fue precisamente el delantero, quien estableció la paridad, cuando Montillo lo habilitó con criterio. El ingresado atacante cabeceó, la pelota pegó en el poste, y le volvió al goleador, que definió a voluntad. 

El tanto animó al conjunto visitante que pareció hacerse dominador de las acciones. Pero Tigre pagó caro, una vez más, las distracciones defensivas. 
En un tiro de esquina, Coronel se tiró en palomita y generó el desahogo del público local que ya empezaba a preocuparse. Un rato más tarde, el peruano Gómez, una de las incorporaciones de este mercado, metió un remate precioso al ángulo, para decretar cifras finales al tanteador.