El ruso Vlad se ríe del Bugatti Chiron con un Lada de cuatro motores en línea y 16 cilindros

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Nuestro amigo Vlad lo ha vuelto a hacer. El ingenio soviético parece que no tiene fin y si juntas las ideas absurdamente locas de este hombre con el acceso a mecánicas baratas y un canal de YouTube el resultado es puro deleite para nosotros.

Para esta ocasión Vlad ha querido hacer sombra al Bugatti Chiron. La mecánica de 1.500 CV del ultradeportivo francés y sus 16 cilindros no le intimidan a nuestro camarada soviético, así que se ha puesto manos a la obra para hacer un coche con el mismo número de cilindros partiendo de… adivina: sí, varios Lada.

Cuatro motores son demasiado para un Lada

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Después de haber hecho una sauna sobre una furgoneta UAZ, un Lada Niva 6×6 y arrancar un Lada Samara después de seis meses sumergido en un lago helado, ahora Vlad se ha embarcado en un proyecto de ingeniería mucho más ambicioso. Bueno, quizá ingeniería no sea la palabra exacta, pero sí que tiene una buena dosis de ingenio.

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A lo largo de cinco capítulos diferentes vemos la curiosa evolución de un principio básico del avance humano, la pregunta que bordea los límites de la realidad en Rusia: «¿Por qué no iba a funcionar?». Dicho y hecho.

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En el primero de los capítulos vemos a Vlad partiendo de un Lada 1600 (VAZ-2106) con la intención de hacer algo así como un bólido para aceleración. ¿Su misión? Fácil: coger el motor de cuatro cilindros en línea en posición longitudinal y… acoplarle otro motor idéntico. ¿Uniendo los bloques mediante una operación de precisión y creando un cigüeñal largo a medida? No… para nada.

Vlad ha optado por una solución salomónica al crear un adaptador que une el embrague del segundo motor con la polea delantera del primero engranando ambos cigüeñales. Las ventajas incluyen una sincronización directa de los motores, el uso de sólo una transmisión y un único embrague. La contrapartida es el trabajo de extensión del chasis hacia delante para soportar el peso del segundo motor y… sí, un radiador de la casa de Vlad para refrigerar ambos bloques.

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Con su nuevo bloque doble de ocho cilindros en fila india el Lada se mueve y sorprende a nuestro colega mejorando notablemente sus prestaciones, pero… no es suficiente para Vlad así que ahí no acaba la historia. En el siguiente capítulo el ingeniero mecánico de la Madre Patria decidió que si con un motor extra había funcionado bien, con tres motores sería aún mejor.

Una nueva extensión del chasis hacia delante, añadir un segundo tren delantero direccional y, de nuevo, acoplar cigüeñales. Un Lada de 12 cilindros en línea, operativo y con ganas de acelerar cuya potencia se eleva hasta los 152 CV a las ruedas traseras. Detrás, por cierto, también ha habido modificaciones, colocando ruedas gemelas en cada extremo para mejorar la tracción sobre nieve.

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Pero a la tercera no va la vencida en la madre patria, así que Vlad, viendo que aún quedaba espacio, decidió meter ¡un cuarto motor! Colocando por tercera vez otro bloque en serie de un donante ensambló un Lada de 16 cilindros en línea y 5.4 litros de cilindrada cuyo funcionamiento, para pesar de Vlad, ha sido decepcionante.

El funcionamiento de este engendró ha acabado por ser absolutamente estúpido, con un comportamiento inconducible, problemas incluso para mantenerse en marcha y una fiabilidad escueta hasta el punto de explotar los distribuidores de los motores 1 y 4.

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Las prestaciones corroboran las impresiones de Vlad al volante. Con el motor de serie el Lada aceleró hasta 60 km/h en 7 segundos, con ocho cilindros esta marca se redujo a 6 segundos sobre nieve y con tres motores el registro se recortó a 5,4 segundos. 7,2 segundos para el L16 en el primer intento y 6,9 en el segundo.

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Y es que el ingenio sólo tiene un límite: la fiabilidad. Ahora Vlad ya estará pensando en su siguiente entrega pero lo cierto es que se está poniendo el listón muy alto a sí mismo.

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